Cardenal Rylko explica las "tres leyes" de Benedicto XVI
para
la evangelización
(http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=34749)
ROMA, 21 Sep. 11 (ACI/EWTN
Noticias).-El Presidente del Pontificio Consejo para los
Laicos, Cardenal Stanyslaw Rylko, explicó las "tres leyes"
propuestas por el Cardenal Joseph Ratzinger Benedicto XVI
para el proceso de la evangelización en la que deben estar
involucrados todos los fieles de la Iglesia.
En un artículo publicado en la edición
del 21 de septiembre del diario vaticano L'Osservatore
Romano, el Cardenal Rylko explica la urgencia de la
evangelización en el mundo de hoy como misión insustituible
de la Iglesia en medio de una sociedad relativista.
Para explicar las tres leyes
propuestas por el entonces Cardenal Ratzinger, el Cardenal
Rylko recuerda una ponencia del ahora Papa Benedicto XVI
pronunciada el 10 de diciembre del año 2000 en ocasión de un
congreso de catequistas y docentes de religión.
En aquella oportunidad, el todavía
Cardenal Joseph Ratzinger se refirió a la "crisis de Dios"
en el mundo, en el que "con frecuencia los cristianos viven
como si Dios no existiese".
Con esa premisa, el Cardenal Ratzinger
elaboró tres leyes para la evangelización. La primera es la
"ley de expropiación".
Los cristianos, dice el Cardenal Rylko,
"no somos los amos sino humildes siervos de la gran causa de
Dios en el mundo. Escribe San Pablo: 'no predicamos a
nosotros mismos, sino a Cristo Jesús Señor, en cuanto a
nosotros, somos vuestro servidores por amor a Jesús'".
"Por ello el Cardenal Ratzinger
subrayaba con fuerza que 'evangelizar no es simplemente una
forma de hablar, sino una forma de vivir: vivir en la
escucha y hacer voz del Padre".
La evangelización, prosigue el
Purpurado vaticano, "no es entonces más un asunto privado,
porque detrás está siempre Dios y siempre la Iglesia" para
lo cual es necesario mantenerse en constante oración.
La segunda ley de la evangelización,
prosigue el Cardenal Rylko, "es aquella que aflora de la
parábola del grano de mostaza". "'Las realidades grandes
comienzan en humildad', decía el Cardenal Ratzinger. Así,
Dios tiene una predilección particular por el pequeño".
"La parábola del grano de mostaza dice
que quien anuncia el Evangelio debe ser humilde, no debe
pretender obtener resultados inmediatos, ni cualitativos ni
cuantitativos, porque la ley de los grandes números no es la
ley de la Iglesia".
Eso sucede, explica el Cardenal Rylko,
porque el amo de la mies es Dios y Él decide los ritmos, los
tiempos y las modalidades de crecimiento del grano. Esta ley
entonces nos cuida de la desesperanza en nuestro esfuerzo
misionero, sin eximirnos de darlo todo como nos lo
recuerda el Apóstol de Gentes: 'quien
siembra escasamente, recoge escasamente; quien siembra
ampliamente, recogerá con amplitud".
La tercera ley tiene que ver con la
muerte del grano de mostaza para dar fruto: en la
evangelización siempre está presente la lógica de la Cruz.
Decía al respecto el Cardenal
Ratzinger: "Jesús no ha redimido al mundo con bellas
palabras, sino con su sufrimiento y su muerte. Su pasión es
la fuente inagotable de vida para el mundo, la pasión da
fuerza a su palabra".
El Cardenal Rylko recuerda, como
ejemplo, la fuerza y el testimonio de los mártires de toda
la historia, que constituyen el "gran patrimonio espiritual
de la Iglesia y un luminoso signo de esperanza para su
porvenir".
Ante los muchos retos y desafíos que se presentan en este
tercer milenio, continúa, "la esperanza no debe abandonarnos
nunca. El sucesor de Pedro nos asegura que Dios 'también hoy
encontrará nuevos caminos para llamar a los hombres y quiere
tener consigo a nosotros.
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